Segundo Concilio de Letrán (1139 d.C.)
El Segundo Concilio de Letrán, celebrado en 1139 d.C., fue el décimo concilio ecuménico de la Iglesia católica y fue convocado por el papa Inocencio II. Su principal propósito fue consolidar la autoridad papal tras el cisma provocado por la elección del antipapa Anacleto II (1130-1138). Este concilio también abordó temas de reforma eclesiástica y condenó a los herejes, además de dictar importantes regulaciones para el clero y las órdenes religiosas.
📜 Contexto histórico
El siglo XII fue un período de fuertes conflictos dentro de la Iglesia y la cristiandad en general. Algunos de los factores que enmarcan este concilio incluyen:
🔹 El cisma papal (1130-1138): Tras la muerte del papa Honorio II en 1130, dos facciones dentro de la Iglesia eligieron a diferentes pontífices: Inocencio II, el candidato legítimo, y Anacleto II, apoyado por la poderosa familia Pierleoni. Durante casi ocho años, la cristiandad estuvo dividida, hasta que Anacleto II murió en 1138 y su sucesor se sometió a Inocencio II.
🔹 La intervención de san Bernardo de Claraval: Esta influyente figura del monacato cisterciense jugó un papel clave en legitimar a Inocencio II y deslegitimar a Anacleto II. Su respaldo resultó crucial para unificar la Iglesia tras el cisma.
🔹 Expansión de las órdenes religiosas y militares: En este período, ya existían varias órdenes monásticas y militares. La Orden del Císter (cistercienses), promovida por san Bernardo, estaba en auge. También es probable que la recién fundada Orden del Temple (Templarios, 1119) y la Orden del Hospital (Hospitalarios) fueran mencionadas indirectamente en algunas regulaciones sobre las órdenes militares, aunque no se aluden explícitamente en los documentos conciliares.
⚖ Decisiones y cánones principales
El concilio produjo 30 cánones o decretos, que abordaban principalmente:
🔸 Condición del clero: Se prohibió la simonía (venta de cargos eclesiásticos)
🔸 Regulación de la vida monástica: Se reiteró la necesidad de que los monjes observaran una estricta disciplina, en línea con la reforma gregoriana iniciada un siglo antes, y se reafirmó el celibato obligatorio para sacerdotes, diáconos y obispos. Se excomulgó a quienes tuvieran concubinas.
🔸 Prohibición de torneos y duelos: Se prohibieron los torneos medievales y las justas, ya que se consideraban fuente de violencia innecesaria y atentaban contra la moral cristiana.
🔸 Herejías y excomuniones: Se condenó a grupos heréticos, en particular a aquellos que rechazaban la autoridad eclesiástica, como los petrobrusianos y los seguidores de Enrique de Lausana.
🔸 Medidas contra el abuso de poder de los nobles y clérigos: Se condenaron los ataques a los peregrinos y a los bienes de la Iglesia, protegiendo así el auge de las órdenes militares y su labor en Tierra Santa.
⛪ Órdenes religiosas y militares en el concilio
Si bien el concilio no menciona directamente a las órdenes militares, es probable que su influencia ya se sintiera en la discusión de algunos temas, por ejemplo:
🔸 Cistercienses: Con san Bernardo como gran figura, los monjes cistercienses eran clave en la reforma eclesiástica. Su énfasis en la austeridad influyó en las decisiones sobre la disciplina clerical.
🔸 Templarios: Fundados en 1119, los Caballeros del Temple ya eran reconocidos por su labor en Tierra Santa. Aunque no aparecen en los decretos del concilio, es probable que sus reglas fueran influenciadas por las disposiciones sobre el clero y la prohibición de abusos contra peregrinos.
🔸 Hospitalarios: Con un rol creciente en la protección de peregrinos y en hospitales, sus intereses coincidían con los decretos sobre la seguridad de los viajeros y las posesiones eclesiásticas.
📜 Conclusión
El Segundo Concilio de Letrán (1139) fue clave para la consolidación del papado y la estabilidad de la Iglesia tras el cisma. Aunque no menciona explícitamente a las órdenes militares, sus decretos sobre disciplina monástica, protección de peregrinos y prohibición de abusos nobles sugieren una regulación indirecta de su actividad. Este concilio también reafirmó principios que tendrían eco en concilios posteriores, marcando el camino hacia la fortaleza del papado medieval.