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La Última Orden Secreta del Vaticano: Los Caballeros de Malta

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La Última Orden Secreta del Vaticano: Los Caballeros de Malta

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La Redacción

La Última Orden Secreta del Vaticano: Historia y Misterios de los Caballeros de Malta

En los pliegues más antiguos de la historia cruzada, entre la fe y la espada, se forjó una de las órdenes más duraderas y misteriosas de la cristiandad: la Orden de los Caballeros de Malta. También conocida como la Orden de San Juan de Jerusalén, su origen es tan piadoso como marcial. Fundada hacia el año 1099, en pleno fervor de la Primera Cruzada, esta hermandad de monjes guerreros inició su camino como guardianes de un hospital en Jerusalén, destinado a acoger y curar a los peregrinos que llegaban a Tierra Santa.

De Monjes a Guerreros de la Fe

Bajo la Regla benedictina, estos primeros hermanos combinaban la oración con la asistencia médica. Pero el fragor de la guerra y la fragilidad de los territorios conquistados transformaron su vocación. Reconocida oficialmente por el Papa Pascual II en 1113, la orden se consolidó como una entidad religiosa y militar, al estilo de los templarios. Su nueva misión: proteger a los fieles y defender los Santos Lugares del avance islámico. Surgió así una orden que era hospital y fortaleza, devoción y acero.

Tras la caída de Jerusalén y la pérdida de los estados cruzados, la orden vagó como un cuerpo sin tierra: primero en Chipre, luego en Rodas, donde se establecieron con poder hasta ser expulsados en 1522 por el Imperio Otomano. Pero fue en Malta, donada por el emperador Carlos V en 1530, donde alcanzarían su mayor esplendor. Desde esta isla se erigieron como un baluarte inexpugnable frente al Islam, destacándose en el heroico Gran Sitio de 1565, cuando resistieron al invencible Sultán Solimán el Magnífico.

Caballeros de Malta: Un Estado Humanitario y Sagrado

Durante su dominio en Malta, los caballeros desarrollaron una soberanía inusual: acuñaban moneda, tenían flota propia, y organizaban una sociedad jerárquica con tintes casi cortesanos. Dejaron su huella en la arquitectura defensiva de la isla, erigiendo numerosas fortificaciones, bastiones y torres de vigilancia costera, muchas de las cuales aún dominan el paisaje maltés como testimonio de su papel protector del Mediterráneo. Sin embargo, el auge de los imperios modernos y la llegada de Napoleón truncaron su reinado insular. En 1798, el corso tomó la isla sin apenas resistencia, acusando a los caballeros de no luchar contra otros cristianos. Así terminó su soberanía territorial, pero no su espíritu.

Torres y fortalezas costeras, durante el viaje que realizamos a la isla en 2022

Reorganizados en Roma, los Caballeros de Malta transitaron del campo de batalla al campo humanitario. Hoy se presentan como la Soberana Orden Militar de Malta, una entidad católica dedicada a la asistencia sanitaria, el socorro en desastres y la diplomacia humanitaria. Conservan estatus de soberanía, emiten pasaportes y mantienen relaciones diplomáticas con más de 100 países. Su estructura, con grandes maestres, bailíos y lenguas, conserva el sabor medieval, aunque su misión está ahora guiada por la cruz de la misericordia.

Misterios y Secretos de la Orden

Aunque la historia oficial de los Caballeros de Malta está bien documentada, su longevidad y la discreción de sus miembros han generado todo tipo de teorías y leyendas. Desde supuestos tesoros escondidos tras la expulsión de Malta, hasta rituales reservados a los grados superiores, la orden ha sido señalada como depositaria de secretos antiguos. Algunas voces les han vinculado con reliquias como el Santo Grial o manuscritos templarios, aunque sin evidencia concreta. La estructura jerárquica y el uso de símbolos arcanos han avivado la imaginación de historiadores alternativos y autores esotéricos.

Los Caballeros de Malta y los Templarios

Ambas órdenes surgieron tras la Primera Cruzada con propósitos similares: proteger a los peregrinos y los territorios cristianos en Tierra Santa. Los templarios eran considerados más ricos y temidos en el campo de batalla, con una estructura financiera poderosa que incluía préstamos y bancos. Los hospitalarios, en cambio, combinaban la milicia con una vocación asistencial. Aunque los templarios ganaron fama por su ferocidad, los caballeros de Malta resistieron durante más tiempo como institución militar, enfrentándose exitosamente al Imperio Otomano. En número, los templarios superaban a los hospitalarios en su época de esplendor, pero los de Malta demostraron ser estrategas formidables, especialmente en asedios como el de 1565.

Vinculación con la Masonería

Diversos investigadores han señalado paralelismos simbólicos y estructurales entre la Orden de Malta y la masonería. En el Rito Escocés,  los Grados 27º "Soberano Comendador del Templo" y el grado 32º "Sublime Príncipe del Real Secreto" hacen referencia e incorporan elementos relacionados con los Caballeros de Malta, evocando la tradición caballeresca como ideal de perfeccionamiento moral. Aunque la Orden de Malta católica ha rechazado siempre cualquier relación oficial con la masonería, ciertos miembros prominentes en la historia han transitado ambos mundos. Hoy en Malta, la masonería existe de forma discreta, con logias activas bajo obediencias británicas y escocesas, aunque mantiene un perfil bajo debido a la fuerte raigambre católica del país.

También es digno de mención el refinado lenguaje simbólico que caracteriza a la orden. Su emblema más icónico, la cruz de ocho puntas, representa las ocho bienaventuranzas evangélicas y los ocho deberes del caballero. Esta cruz, blanca sobre fondo rojo, es un signo de pureza, sacrificio y servicio. En el arte y la arquitectura de sus palacios, especialmente en La Valeta, se aprecia un estilo elegante, con una atención meticulosa a la simbología religiosa y heráldica, lo cual resalta tanto su vocación espiritual como su sofisticación cultural.

Palacete de la Órden en Valetta

Caballeros Ilustres

A lo largo de los siglos, la Orden ha contado con miembros notables que han dejado huella en la historia:

  • Jean de La Valette: Gran Maestre durante el Sitio de 1565, considerado héroe nacional maltés. Fundó la ciudad de La Valeta.
  • Philippe Villiers de L'Isle-Adam: lideró la orden durante la transición de Rodas a Malta, negociando con el emperador Carlos V.
  • Emmanuel de Rohan-Polduc: reformador del sistema legal y administrativo de la orden en el siglo XVIII.
  • Sir Walter Norris Congreve: fue gobernador de Malta tras la Primera Guerra Mundial, y aunque no oficialmente no se declaró caballero de la orden, se le asoció por su cercanía y colaboración institucional con la misma.
  • Fra’ Matthew Festing: Gran Maestre contemporáneo (2008-2017), que buscó renovar la labor humanitaria de la orden.

Tumba monumento a Sir Walter Norris Congreve, enterrado en el mar entre las dos islas

Soberanía y Diplomacia en el Presente

La Soberana Orden Militar de Malta conserva un estatus singular en el derecho internacional: es reconocida como sujeto soberano, a pesar de no tener territorio propio desde 1798. Esto se debe a su continuidad histórica, su organización institucional y su neutralidad humanitaria. Tiene su sede en Roma, donde disfruta de extraterritorialidad, emite pasaportes, matrículas de vehículos y monedas conmemorativas. Su reconocimiento diplomático por más de cien países le permite actuar como mediador, sobre todo en crisis humanitarias. Su pasaporte es simbólico y funcional en ciertas misiones oficiales, reafirmando su condición de soberanía sin territorio.

Un Legado que Atraviesa los Siglos

La historia de los Caballeros de Malta es la de una transformación continua. De guardianes de un hospital a cruzados, de príncipes insulares a diplomáticos sin territorio, su periplo simboliza la adaptabilidad del ideal caballeresco al devenir de la historia. Más allá del folclore y las leyendas que los rodean, permanece una institución viva, donde lo sagrado y lo humanitario se funden bajo la estrella de ocho puntas. En sus gestos modernos, como en sus viejos bastiones, resuena todavía el eco de una fe armada con la espada del servicio.