Durante siglos, se ha considerado el año 1717 como el punto de partida de la masonería especulativa organizada. La narrativa tradicional nos cuenta que el 24 de junio de ese año, cuatro logias londinenses se reunieron en la taberna Goose and Gridiron y fundaron la Grand Lodge of England, el primer organismo rector de la Orden. Sin embargo, al examinar la historia con rigor, surgen dudas sobre la veracidad de este relato.
El Problema de la Evidencia Perdida
Uno de los principales obstáculos para aceptar la versión oficial es la ausencia de documentos contemporáneos que confirmen el acontecimiento. De hecho, la primera mención de esta supuesta reunión no aparece hasta 1738, cuando James Anderson publica la segunda edición de sus "Constitutions of the Free-Masons". Es decir, el relato sobre la fundación de la Gran Logia se escribió más de 20 años después del supuesto evento, lo que inevitablemente genera sospechas.
Si en 1717 se hubiera establecido una Gran Logia con el peso institucional que se le atribuye, cabría esperar actas, registros o testimonios de la época que lo corroboraran. No obstante, la evidencia más antigua que poseemos sugiere que en esa fecha aún no existía una autoridad centralizada sobre las logias londinenses.
¿Qué Sucedió Realmente?
Lo que sí podemos afirmar es que, a inicios del siglo XVIII, las logias de Londres comenzaron a organizarse de manera más estructurada. Para 1721, se documenta la elección de un Gran Maestro noble, el Duque de Montagu, y en 1723, James Anderson publica la primera edición de sus Constitutions, donde se establece una base organizativa y se dota a la masonería de una historia “oficial”.
Es muy probable que antes de esta fecha las logias trabajaran de forma independiente y que la idea de una Gran Logia surgiera de manera progresiva, en lugar de haber sido establecida en un solo evento en 1717.
¿Por Qué Se Eligió 1717?
Si la fundación en 1717 es cuestionable, ¿por qué se eligió esta fecha como el punto de inicio de la masonería organizada? Existen varias razones plausibles:
- Es un número redondo y fácil de recordar.
- Otorga a la Gran Logia una historia más antigua y prestigiosa, legitimando su autoridad sobre otras logias en Inglaterra y Escocia.
- Refuerza la idea de continuidad con las antiguas tradiciones operativas de los gremios medievales y las sociedades de misterio.
- Proporciona una narrativa simbólica que fortalece la identidad masónica.
Conclusión: Un Año Simbólico, No un Acta de Nacimiento
Hoy en día, la mayoría de los historiadores masónicos reconocen que la Gran Logia de Inglaterra no se estableció de manera formal en 1717, sino que emergió gradualmente en la década de 1720. Aun así, esta fecha sigue siendo celebrada como el punto de inflexión en la evolución de la masonería especulativa.
Más que un hecho histórico indiscutible, 1717 es un símbolo, una construcción posterior que buscó dotar a la masonería de una génesis estructurada y venerable. No fue el nacimiento de la Orden, pero sí el comienzo de su transformación en lo que hoy conocemos como la Masonería Moderna.